Consiste en aprovechar la energía de los chakras. Para ello, el primer paso es repararla desde el día de nuestro nacimiento. Cuando lo hayamos conseguido, podremos utilizarla en nuestra salud emocional, personal y espiritual.

Sobre los chakras, quiero que sepas que los primeros corresponden con nuestra madre, los siguientes lo hacen con nuestro padre y, finalmente, los restantes nos corresponden a nosotros.

Con esto en mente, iremos a media hora antes de nacer para saber cómo se sentía nuestra madre en ese momento y conocer el primer mensaje que nos dio al nacer.

Éste es muy importante porque en ocasiones funciona como un mantra que nos permite seguir luchando cuando creemos que ya no podemos más.

Se vivirá de forma positiva el embarazo aunque sea avanzado.

Te guiaré hasta el primer minuto del primer día de tu vida y, una vez allí, limpiaremos esas memorias, lo que te hará sentir sensiblemente aliviado.

Finalmente, aprenderemos a cambiar los chakras de lugar (por ejemplo, el 1 con el 3) para que unos puedan sanar a otros.